Día 1: Algeciras
1. Llegada y alojamiento en el Hotel Mirador
2. Visita al Parque del Centenario
3. Paseo por el puerto de Algeciras
4. Almuerzo en el Restaurante La Pescadería
5. Visita al Museo Municipal de Algeciras
6. Paseo por el Parque María Cristina
7. Cena en el Restaurante El Pulpejo
Día 2: Gibraltar
1. Salida hacia Gibraltar
2. Cruce de la frontera y entrada en Gibraltar
3. Visita al Jardín Botánico de Gibraltar – La Alameda
4. Exploración del centro histórico de Gibraltar
5. Almuerzo en el Restaurante Sacarello’s
6. Visita a la Reserva Natural de Gibraltar y encuentro con los monos de la Roca
7. Recorrido por el Túnel del Gran Asedio y el Castillo de los Moros
8. Visita a la Cueva de San Miguel
9. Regreso a Algeciras y cena en el Restaurante El Rinconcillo
Día 1:
Llegada a Algeciras y check-in en el hotel
Llegué a Algeciras en coche desde Málaga y me registré en el Hotel Mirador, ubicado en Avenida España, 171, 11201 Algeciras. Realicé la reserva en este hotel a través de Booking.com. El precio de la habitación doble por noche fue de 80 euros e incluía desayuno. El personal fue amable y servicial, y el hotel tenía una vista panorámica del puerto y la bahía de Algeciras. Las habitaciones estaban limpias y cómodas, con aire acondicionado y Wi-Fi gratuito. Además, el hotel ofrecía estacionamiento gratuito y una terraza donde los huéspedes podían relajarse.
Visita al Parque del Centenario
Después de instalarme en el hotel, caminé unos 20 minutos hasta el Parque del Centenario, un hermoso parque público con senderos, jardines y áreas de juegos para niños. Pasé aproximadamente una hora paseando y disfrutando del entorno tranquilo, observando a las familias locales divirtiéndose y tomando fotos de los hermosos paisajes. El acceso al parque es gratuito y, aunque había algunas familias y visitantes, no estaba abarrotado, lo que permitía un ambiente agradable y relajado.
Almuerzo en el restaurante La Marina
A solo 15 minutos a pie del hotel, almorcé en el restaurante La Marina, donde probé algunos deliciosos platos locales de pescado y mariscos, como gambas al ajillo y dorada a la plancha, acompañados de una copa de vino blanco.
Visita a la Plaza Alta
Después del almuerzo, caminé 10 minutos hasta la Plaza Alta, el corazón del casco antiguo de Algeciras, para explorar sus estrechas calles y admirar la arquitectura histórica de la zona. Me detuve en la Iglesia de Nuestra Señora de la Palma, una hermosa iglesia del siglo XVIII, y en el Monumento a las Víctimas del Terrorismo, un emotivo homenaje a los afectados por el terrorismo en la ciudad. La entrada a la iglesia es gratuita y no había mucha gente, lo que me permitió disfrutar de la visita con tranquilidad.
Cena en El Copo
Por la noche, caminé unos 25 minutos hasta el restaurante El Copo, donde disfruté de una cena de tapas variadas, como patatas bravas, albóndigas en salsa y ensaladilla rusa, acompañadas de una copa de vino tinto. El ambiente del restaurante era cálido y acogedor, con una decoración típica andaluza y un servicio excelente.
Día 2:
Desayuno en el Hotel Mirador
Comencé el día con un desayuno en el Hotel Mirador, que incluía una variedad de opciones como pan, embutidos, frutas, yogur y café. El desayuno estaba incluido en el precio de la habitación y el comedor tenía vistas al puerto, lo que lo hacía aún más agradable.
Visita a Gibraltar
Desde Algeciras, tomé un autobús hasta La Línea de la Concepción (aproximadamente 30 minutos de trayecto) y luego caminé unos 15 minutos hasta la frontera con Gibraltar. Una vez en Gibraltar, caminé hasta el teleférico que lleva a la cima del Peñón de Gibraltar. El billete de ida y vuelta costaba 25 euros por persona. La cantidad de visitantes en el teleférico era moderada, por lo que no tuve que esperar mucho tiempo para subir.
Exploración del Peñón de Gibraltar
Al llegar a la cima del Peñón, disfruté de las impresionantes vistas panorámicas del Estrecho de Gibraltar, España y África. También visité las famosas cuevas de San Miguel, cuya entrada estaba incluida en el precio del billete del teleférico. Además, tuve la oportunidad de interactuar con los famosos monos de Gibraltar, que son bastante amigables pero también pueden ser traviesos, así que tuve cuidado con mis pertenencias. El área no estaba abarrotada, lo que me permitió disfrutar de las vistas y explorar con facilidad.
Almuerzo en el centro de Gibraltar
Después de explorar el Peñón, bajé al centro de Gibraltar para almorzar en un pub llamado The Angry Friar. Disfruté de un plato de fish and chips acompañado de una pinta de cerveza. El pub tenía un ambiente animado y estaba bastante lleno, pero pude encontrar un lugar para sentarme y disfrutar de mi comida.
Visita a las Murallas y Túneles de Gibraltar
Por la tarde, visité las Murallas y Túneles de Gibraltar, un conjunto de fortificaciones y túneles construidos a lo largo de los siglos para proteger la península. La entrada a los túneles costaba 8 euros por persona. Aunque había algunos visitantes, no estaba abarrotado, lo que permitía explorar y aprender sobre la historia de Gibraltar sin sentirme apurado.
Regreso a Algeciras y cena en La Ponderosa
Después de un emocionante día en Gibraltar, regresé a Algeciras y cené en el restaurante La Ponderosa, a solo 10 minutos a pie del hotel. Disfruté de un delicioso solomillo al ajillo acompañado de una copa de vino tinto. El ambiente era acogedor y el servicio atento.
Estos dos días de viaje me permitieron conocer en profundidad la belleza, la rica cultura y la historia de Algeciras y Gibraltar. En Algeciras, disfruté de las impresionantes vistas al mar y probé deliciosos platos locales. En Gibraltar, tuve la oportunidad de explorar su patrimonio británico y natural, además de apreciar las impresionantes vistas desde la Roca de Gibraltar.
Si te ha gustado esta experiencia en Algeciras y Gibraltar, te recomendaría visitar otras ciudades de España como Valencia.Además, Sevilla es otra ciudad fascinante con su impresionante catedral y la Plaza de España. Si prefieres disfrutar de la costa, no te pierdas la oportunidad de visitar Barcelona y su emblemática arquitectura de Gaudí, así como las playas de la Costa Brava.